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Rizoma: Un estilo de vida flexible y variado

El concepto de Rizoma de Giles Deleuze es capaz de transformar por completo la vida de una persona. Amantes de lo estructurado, fijo y tradicional, abstenerse. Amantes de la vida auténtica, fluida y aventurera: estudien a fondo el rizoma.


¿Qué es rizoma?

El rizoma es una forma de estructurar y experimentar la existencia. Tendemos a pensar de manera jerarquizada, enfocada y lineal. El rizoma busca que inculquemos una vida en donde no hay un foco central, que las experiencias no sean repetitivas, siendo así la variedad y la experimentación la norma, fomentando una identidad constituida en la variedad y lo fluido, en vez de lo enfocado y rígido.

La palabra rizoma hace alusión a un tipo de raíz que crece de manera horizontal, es decir a lo la largo y bajo tierra, en vez de manera vertical, hacia abajo. El jengibre, la menta y el bambú, son algunas plantas de raíz rizomática. Se toma el nombre de esta raíz porque no hay un punto principal de esta raíz, todo tiene la misma jerarquía, sin se cae una parte crece otra diferente, sus partes no dependen de las demás.

La vida rizomática

Un ejemplo de vida rizomática es Michele Lamy. Ella es la esposa y manager del reconocido diseñador Rick Owens. Lemy es una mujer destacada de negocios, que organiza enormes presentaciones de moda y de arte, además tiene un restaurante, un lugar de boxeo, es bruja, estudió derecho, fue stripper de joven y viaja por todo el mundo. Además, que es reconocida por su llamativa forma de vestirse. Rick Owens asegura que sin ella no hubiera conocido el éxito. La enorme capacidad de Lamy, ella señala, proviene que de joven estudió con Deleuze, y aprendió directamente de él el concepto de rizoma. En una entrevista señala: Yo soy un rizoma.


Michele Lamy
Michele Lamy

Resulta claro que una persona que busca vivir una vida rizomática no necesariamente será una empresaria. Se trata de una vida en que se cultiva la variedad, la curiosidad y la creatividad. Puede ser una persona que tienen amigos desiguales entre sí, variedad de hobbies, que una época trabaja de una cosa, y en otra época de otra cosa. Que vive su día de manera explorativa y va haciendo lo que su intensidad interior le va dictando.

Así como una raíz se expande buscando nutrirse, la persona rizomática explora la diversidad como una manera de nutrir su interior, guiándose por su intensidad interior.



Árbol vs rizoma

El esquema tradicional occidental es el de un árbol. Un gran tronco de donde salen las ramas y de estas otras ramas más pequeñas. Sería como un libro que tiene un tema principal y sus subtemas. El rizoma en cambio no tiene un tema principal, sino solo un conjunto de subtemas. De esta manera el lector puede entrar al texto desde cualquier capítulo, porque no tienen una secuencia entre sí. El libro no presenta una tesis central, sino un cúmulo de temas que no están jerarquizados. Esto permite que el autor haga el libro más suyo, lea los capítulos en el orden que prefiera, o que solo lea los que le interesen. También al no tener una tesis central, hace más posible que el lector saque sus propias conclusiones finales, y no las que el autor proponga.

Una vida de árbol sería aquella que hay metas fijas y de dichas metas se derivan una serie de submetas. Es un esquema rígido, que no da mucho espacio a la improvisación y la experimentación. Y francamente, es una vida mucho más aburrida. La vida del rizoma está más centrado en el proceso, en la exploración y el ensayo y error. No hay grandes metas, hay temas de interés, que no tienen un orden jerárquico. Es decir, la profesión está al mismo nivel que el gusto por pasear al perro, salir a beber con los amigos o aprender a tocar el piano. Tampoco hay un esquema fijo del tiempo o seriedad que hay que dedicar a estos elementos. Su criterio es la expansión de la potencia interior. Esto da un amplio paso a la improvisación, al cambio de ruta y a una identidad variada.

Una persona de árbol se basa en la repetición. Una persona de rizoma se basa en la diferencia. Una persona de árbol repite las narrativas prestablecidas, las fórmulas, las etiquetas prefabricadas: todos son el equipo de futbol A, entonces él también. En su familia todos son médicos, entonces él también. Y si estudia medicina, luego estudiará una especialización médica y luego buscará trabajar en una clínica y luego en una mejor clínica, o ascender de ser posible dentro de la misma clínica y cuando tenga hijos buscará que también sean médicos. Y no hará nada que se salga de su esquema, por ejemplo evita escuchar cierto tipo de rock, porque es impropio del orden lógico de ser médico. La persona de rizoma vive desde la diferencia. Si todos son del equipo de futbol A, quizá se puede interesar por el futbol como que no, a lo mejor no le interesa los deportes, o quizá lo que prefiere ver danza contemporánea. Todos en su familia son médicos, pero decide ser historiador. Y si estudia historia, luego estudia cosas de nutrición, y quizá bisque trabajar en algo asociado al teatro, y luego a los negocios, y luego quizá en algo relacionado al cine. Y cuando tenga hijos, si tiene, le dice que estudien lo que quieran. Y procura escuchar todo tipo de música, tener distintos tipos de amistades y de hobbies. En el caso de la persona árbol, si le quitas su pauta, le rompes la identidad. En el caso de la persona rizoma, no le puedes quitar su pauta, porque no la hay, pues su identidad se basa en la variedad, en la diferencia.


Cartografía cambiante

Existen personas que son coleccionistas de mapas. Y aunque los mapas se parecen entre sí, no son idénticos. Algunos hacen énfasis en las carreteras, otros en los ríos, otros en las montañas. Y los mapas nunca son exactos, varían en las proporciones y las curvaturas. Justamente, existe la profesión del cartógrafo, que es el especialista en hacer mapas.

Todas las personas somos cartógrafos de nuestra propia vida. Hacemos el mapa del orden y manera en que queremos vivir. La persona tradicional tiene un mapa que fue hecho en la infancia, o quizá se lo hicieron sus padres, la religión o su ambiente. Y lo sigue de manera tajante.

Las personas rizomáticas hace su mapa de manera creativa. Y no tienen un solo mapa. Sino que tienen un mapa que va cambiando. A veces el mapa de su vida es el sanación emocional, a veces de su amor a los animales, a veces de ganar dinero. Es más, incluso sus mapas se superponen entre sí.

Deleuze señala en Mil Mezetas: “El rizoma no responde al modelo de ninguna estructura ni génesis. Está compuesto de dimensiones, o más bien de direcciones en movimiento. No tiene ni principio ni fin, pero siempre un medio por el que crece y se desborda. [...] A diferencia del calco, que siempre vuelve 'al mismo', el mapa tiene múltiples entradas. Un mapa es abierto, conectable en todas sus dimensiones, desmontable, reversible, susceptible de recibir modificaciones constantemente."

Uno usa un mapa para orientarse, para llegar a un destino. El mapa cambiante y creativo permite llegar a otros lugares, descubrir nuevos tesoros; lo que no permite un mapa rígido, que sea calco de otros mapas.


Conclusión

La persona rizomática vive una vida que no es calco de las demás vidas, ni la reproducción de esquemas rígidos. Se trata de una vida de permanente creatividad en donde se explora la diferencia constante y la variedad. Esto hace una identidad mucho más fuerte, pues se basa en la flexibilidad y no hay un eje central de donde dependa todo el sistema. También es una vida de mayor riesgo y aventura. Quizá no sea para todos, o para toda etapa de la vida, pero debemos reconocer que se trata de una propuesta existencial interesante, que abre una serie de posibilidades de aprendizaje y fluidez.

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