Por Salvador Carrillo
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La vida se puede sentir vacía y sin sentido muchas veces. Los días pasan y no sabes con qué llenar esas horas. El acoso de la soledad y el agobio de la incertidumbre son dos manos que van robando tu energía vital, hasta dejarte en depresión sobre la cama.
Si quieres que tu vida cambie antes que cualquier cosa tienes que saber cuales son tus prioridades. ¿Qué es realmente importante para mí? ¿La amistad? ¿El amor? ¿El dinero? Todo aquello que es importante requiere esfuerzo. Nada que valga la pena es conseguido de manera fácil y rápida. En lo fácil está la trampa.
Muchas personas toman al trabajo como lo único digno de esfuerzo. Para todo lo demás van al ritmo de lo que les “nace”. Si la amistad, la relaciones de pareja o la espiritualidad son importantes entonces necesitan esfuerzo, no se van a construir solo en base a deseos o sollozos.
Si te dijera “solo haz lo que deseas” estaría en un error. Si solo hago lo que deseo entonces acabaré comiendo diez hamburguesas diarias y tomando litros de litros de Coca Cola. Si la afirmación “solo haz lo que deseas” es errónea, entonces también su opuesto es erróneo: “no hagas lo que no deseas”. Si nunca hago aquello que no me apetece entonces tal vez nunca me bañe, nunca haga ejercicio o nunca me cepille los dientes. Es decir, estamos viendo que no es bueno hacer siempre que uno desea ni tampoco es bueno nunca hacer lo que uno no desea.
El esfuerzo es forzarse a hacer o no hacer algo. El estudiante debe forzarse - yendo en contra de sus ganas - a estudiar y quien hace dieta debe forzarse - yendo en contra de lo que le manda su apetito - a no comer frituras. La amistad, las relaciones de pareja, el arte y toda área personal que se te ocurra, si te es valiosa va a requerir esfuerzo.
No hagas nada que vaya en contra de tu salud, identidad o dignidad. Solo recuerda que como te sientas en el momento no puede ser la brújula de lo que haces. Lo que te guíe debe hacer aquellas cosas que consideras realmente importante. Esforzarse implica aceptar sentirse mal, es hacer algo en contra del impulso natural que podamos estar experimentando a favor de algo que consideramos que vale la pena y que es constructivo.
Es el esfuerzo por cultivar algo que nos parece importante lo que nos generará confianza y una vida llena. Recuerda que nadie se siente peor que el que se quiere sentir bien todo el tiempo.