por Salvador Carrillo
Profesor 1: ¿Quieres freír un huevo? Te voy a enseñar cómo. Primero debes leer sobre cómo evolucionaron los huevos desde la época de los dinosaurios hasta ahora, luego debes estudiar metafísica para que sepas si el huevo es real o no y para terminar necesitas unas buenas cuantas clases de química para que comprendas cómo está compuesto el aceite. ¡Después de haber aprendido lo mejor posible todo eso… ya tu decidirás cómo se hace!
Profesor 2: ¿Cómo freír un huevo? Excelente tema para una tesis. Busca una lista de procedimientos y vas a hacer un cuestionario. Luego, mediante una muy complicada técnica estadística analizarás los resultados. Eso sí, debes hacer un buen marco teórico e hipótesis. ¿Qué? ¿Qué quieres freír el huevo en verdad? ¡Eso no se hace acá!
Profesor 3: Saca la sartén. Caliéntala y échale aceite. Rompe el huevo. Echa el contenido. Toma la espátula. Cuida que no se queme.
La clase de cómo freír huevos del profesor 1 y 2 fue más elaborada. La clase del profesor 3 fue bastante básica y menos glamorosa. En comparación con los resultados, ¿quién es el mejor profesor?